Todo comienza cuando César se ve dispuesto a conquistar la Galia, va venciendo ciudad tras ciudad. Solo le separa de la conquista completa de la Galia, una ciudad, Alesia. Los galos comandados por Vercingétorix vencen a las tropas romanas en Gergobia, pero son derrotados en Avaricum. En la ciudad de Alesia se refugiaron los galos comandados por Vercingétorix, la ciudad de Alesia estaba construída en un lugar elevado y protegida por un muro, lo que hacía que tuviera una fuerte defensa. César, vio en esto, la idea de conseguir la rendición gala. Mandó construir una muralla de 18 km de largo y 4 metros de alto, unos cuantos jinetes galos logran escapar y César, intuyendo que irían pedir refuerzos, manda construir otra muralla de proteción romana exterior de 22 km de larga. Desde fuera, los galos atacaron a los romanos, pero todos los ataque fueron fallidos. Finalmente, Vercingétorix decide rendirse ante los romanos.